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12 dezembro, 2013

Hace 11 días, fue Navidad

Estábamos casi todos, faltaron mis niños y faltó él. Nunca estuvimos o estaremos completos y haces tanta falta Yayo. Y hicimos fotos: con las hijas, con los yernos, con los nietos, con las hijas y los yernos, con los nietos y compañía, con pastel, sin pastel, soplando velas, con los móviles, con la cámara, tembladas, nítidas, habrá de todo!
Un banquete, que al final del aperitivo podíamos haber ido directamente al postre, sin pasar por la casilla de salida y sin cobrar! Y prueba esto y acaba aquello, y si las aceitunas, las gambas, los mejillones, las patatas, la carne, el pastel, el helado, el café, los polvorones, socorro! 2 kilos más.
Y había árbol de Navidad y pesebre. Y jaleo, mucho jaleo; hablas tu, rio yo, grita la criatura, que si ahora las cartas, que si tu fuera, que eres gafe, que la ONG, aquí no hay quien viva! y que bien se está.
Y creo que acertamos el pleno en el regalo, el de todos, el primero y tal vez el único. Nunca la imaginé apreciadora de joyas y mirando atrás, seria claro haberlo entendido.
80 años, ochenta. Le he oído pocas palabras de cariño, le he sentido pocos gestos de ternura, pero tengo un sinfín de demostraciones de amor.
Te quiero Yaya, gracias por esta Navidad.