>

28 junho, 2006

Naturalidade vs Nacionalidade vs a Selecção

He nacido en el país de origen de mi nombre propio, que tiene la capital más romántica e iluminada – lo que dicen, que yo nunca me he enamorado allí y tengo falta de vista – donde los sindicatos aun constituyen una fuerza poderosa y los jóvenes han podido parar una medida innovadora del gobierno, pero que aún así, ya nada me identifica con él, soy apenas un número más en una maternidad.
Vivo en un país que consideré por ignorancia – y hay días que aún considero, por conocimiento - un auténtico atraso de vida - porque aquí no pasa nada que no solucionemos “encima dos joelhos” - que me ha visto crecer y madurar, que me ha dado la formación y donde ahora pago mis impuestos, el préstamo de la casa, la letra del coche – y paremos por aquí que me deprimo – donde cuando llegué no había casi nada y ahora encontramos casi todo, donde no tenia nada y ahora tengo mi vida, que me proporciona la nacionalidad con todos sus derechos inherentes, pero que aún así …
Crecí en un país al que le costó a pulso ganarse la democracia y lo consiguió a través de la monarquía, que se vanagloria exageradamente de él, pero que por eso ha conseguido ponerse por delante de muchos, que está partido en trozos y donde no siempre hablan la misma lengua, pero donde aún así me educaron con mucho amor - en una familia de cuyo nombre me orgullo y por eso lo utilizo – que me proporciona momentos de felicidad cada vez que piso su tierra, que me recuerda los momentos más entrañables de mi vida y los más difíciles también, donde guardo todos mis sueños, los de antes y los de ahora.
Nunca me ha gustado que hablarán mal de España ni de los españoles, hoy tampoco me gusta que hablen mal de Portugal ni de los portugueses, y es que como alguien que mucho aprecio me dijo un día, por mucha razón que se tenga, una cosa es que yo hable mal de mi hermano, otra, que lo hagas tu!