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07 novembro, 2006

Bienvenida seas

Tengo para mí, que la criatura de Dios, va a nacer en el exacto día que le designaron, ni antes ni después, aunque para ello tenga que tener una noche más, su vientre en forma de corazón desvelado - talvez salga a él, en ese afán de meticulosa organización de su vida.
Y tendremos que arreglar algunas cuentas, ella y yo, que aun sin nacer, me revolucionó la vida - y lo peor está por llegar - pero la voy a querer mucho, no por lo que sea, mas por quien la quiere, y sobretodo, porque su llegada va hacer feliz a alguien que se lo merece.
Y se me pone la sonrisilla tonta – mitad nervios, mitad felicidad – así que acabo la llamada.
Mientras me dirijo a la sala de humo, con el café con leche en una mano y el pitillo en la otra, observo que empieza a salir el sol, de entre esas nubes gris-apático.